lunes, 30 de julio de 2012

De la tecnología y las mentes

Las nuevas tecnologías, como cualquier otra cosa, tienen la rara capacidad de transformar al hombre. Bien sea idiotizándolo, bien sea cultivándolo, todo depende del uso que se les de.
Hace tiempo que dejé de ver la televisión, básicamente por hacerme perder el tiempo y por su tendencia a secarme el cerebro. Pasados unos felices años de difundir y extender mi palabra, no puedo estar mas henchido de satisfacción por tal decisión. No solo por haber ganado un valioso tiempo, sino por tener el cerebro un poco mas verde y fresco. Si bien todos los medios están politizados, y practican la sana parcialidad, la televisión por ser el que más vulgo alcanza, es el más parcial de todos.
Pero lo que iba a exponer va un poco mas allá. Mi nuevo y flamante terminal móvil, me llena de gozo y alegría, al poder ver en cinco minutos los titulares de los periódicos mas relevantes del país. Puedo entonces comprobar ebrio de satisfacción como la misma noticia es contada de varias formas contradictorias y diferentes, con puntos de vista contra puestos y lo mejor de todo, es que todas estas noticias parecen estar bien. Observo perplejo como se manipulan las mentes que siguen leyendo un periódico al día como hacía antes yo.

Aquí presentamos por tanto un uso exquisito de la tecnología, que nos permite tener el cerebro un poco mas verde y fresco y que contribuye a eliminar la tontuna de las mentes baldías, igual que el arado elimina la zulla de los eriales

No sé si saben ustedes que lo malo de ser tonto, es que uno mismo no se da cuenta. Una vez que hemos caído en las garras de la idiotez, no somos mas que una masa mansa y manipulable, y lo mejor de todo es que como hemos aclarado antes, no lo sabemos.


miércoles, 25 de julio de 2012

Introducción

En estos tiempos de crisis, mediocridad, prohibiciones, tontunas y tontás; no esta demás el hacer un compendio de todas ellas. También de mis palabros, tan incomprendidos ellos y tan comunes para mí.
Sea pues este blog, para denunciar bien sean tontunas, bien sean tontás, bien sean mis divagaciones diarias, con las que arreglo el mundo, descabezo cabestros o agasajo a las mozas. Bien sea con mi saber inmisericorde y molesto, por las tontás que contiene, mis poemas rústicos y afables, o mi generosa prosa, pueril y manchega; ni mancebo ni dama deberían salir indemnes de navegar por estas rústicas, procaces y chabacanas páginas.

Que lo disfruten.