domingo, 18 de noviembre de 2012

Pocos y mal avenidos

Anoche mientras veía Jasón y los Argonautas, una de mis tradicionales miniseries mitológicas y de aventuras, donde no faltan el feo, el malo, el guapo, el héroe y lo sobrenatural, me di cuenta, de que la tontuna ya nos persigue desde la época en que el emputecido Zeus campaba por el mundo echando pinchitos entre sus semejantes mortales.



En aquella época, el mundo conocido era pequeño.Abarcaba la cuenca del Mediterráneo, vamos, Europa, norte de África y poco más. Naturalmente cada civilización tenía su particular mundo conocido. El caso es que nuestro mundo aunque pequeño a escala planetaria, no dejaba de ser inmenso a escala humana. Europa tenía (esto varía segun las fuentes) en el año cero 31,5 millones de habitantes hasta los Urales. La población mundial estimada era de 230 millones de habitantes. No se si les parecerá mucho o no, pero tengamos en cuenta que la población actual es de 739 millones de habitantes solo en Europa, es decir 70 habitantes por kilómetro cuadrado. En el año cero, la densidad en Europa era de 2,9 habitantes por kilómetro cuadrado. Teniendo en cuenta que la gente se suele organizar en tribus, poblados, ciudades, lugares para el trato y trapicheo etc, es lógico pensar que en aquella época era mas fácil ver ardillas que personas. Vamos, que si uno quería no tenía por qué ver a nadie.



Había diez millones y medio de kilómetros cuadrados solo en Europa, prácticamente vírgenes para conquistar. Elegir una tierra, hacerse una casa y plantar un huerto de nabos. Pero, se nos olvidaba la tontuna. Fíjense si eramos pocos, que para ver a un vecino había que hacerlo aposta y nos teníamos que robar entre nosotros. En cuanto plantaba uno el huerto de nabos, aparecía el vecino de no se sabe donde y quería quitárselo, como si no hubiese más mundo, para plantar mas nabos. Si fundaba uno una ciudad, venía el Cesar de turno a conquistarla. Coño, ¿no era mas fácil fundar otra? por sitio no sería. Pues no señores, había que conquistar. Para eso se inventó el hierro.

No sé si ven mi reflexión, pero el caso es que habiendo millones de kilómetros vírgenes, siempre tenía que venir algún memo a reclamar para sí, lo que uno había creado. Ya fueran nabos, o ciudades. El caso señores, es que la tontuna más que universal es eterna, y empiezo a pensar que sobrenatural. Y... ya nos acompaña desde la prehistoria. No tengo muy claro si es hija bastarda de Zeus o se le escapó a Pandora de su caja, pero el caso es que siempre la tenemos pegada igual que la sombra y no hay forma de quitárnosla.



domingo, 11 de noviembre de 2012

El poder de la usura

Dice el diccionario, que usura es la ganancia excesiva por un préstamo. También que es cualquier ganancia excesiva que se obtiene por algo. Usurero, es el que presta con usura, o que obtiene un beneficio desmedido con cualquier negocio.

Nos come la usura. Las lluvias de ayer son los lodos de hoy, o bien: las lluvias de hoy son los lodos de mañana. Hoy tenía pensado hablar de la felicidad. Ya sé que cuando alguien tiene el mango una pala metido hasta dentro, esto le suena a rechufla, pero lo cierto es que muchos, sin haber visto nunca un mango, jamás han sido felices. El caso es que viendo que en menos de dos meses dos personas han decidido suicidarse ante su situación económica y su inminente desahucio, he decidido sustituir esa entrada por esta.

Ya me han oído decir más de una vez, que cuando todos tienen la culpa nadie tiene la culpa. Los manidos argumentos de echar la culpa a mengano, zutano o a quien nuestras acérrimas mentes nos dicten, no sirven sino para perder el tiempo y distraer la atención. Los colegiales tienden a echarse la culpa mutuamente, escurrir el bulto y siempre decir aquello de "yo no he sido". Igual hacen los políticos, pero igual hacemos nosotros, echándoles a ellos la culpa, que la tienen, a los buitr... perdón, a los señores de la banca, que la tienen, y por supuesto a nosotros mismos, que la tenemos.

Una vez aceptado que todos somos culpables, pongamos en marcha la hélice y que distribuya mierda.

No tengo intención de hablar de política, porque con la "iglesia hemos topao". Sólo les recomiendo un ejercicio rápido y efectivo y luego obren en consecuencia. Dejando de lado a nuestros políticos con sus anteojeras, corrupciones, corruptelas, y eficientes gestiones pasadas, presentes y futuras. Cuando discutan con su "cuñao" sobre que su partido roba menos que el de él, o de que tal o cual elemento es menos cretino que aquel otro... por favor, váyanse al baño mírense al espejo y entonces repitan de nuevo lo que acaban de decir mirándose a sus propios ojos.  Si son capaces de aguantarse la mirada y seguir repitiendo las mismas pamplinas sin inmutarse, entonces no sigan leyendo, por que todo esta ya perdido. Si por el contrario se les hincha una vena en la sien y se dan cuenta de que han estado dominados por la tontuna todos estos años, no se preocupen. Ahora son libres y podrán pensar y actuar. Aunque parezca mentira, además del poder de ir a votar, las personas normales tienen un poder muy superior en el que casi nadie repara. Luego lo veremos.

Liquidada la parte política, que como ven es la que copa más tiempo en cualquier medio de comunicación de masas y es la que he resuelto yo con más simpleza, vamos a pasarnos a nuestra propia parte, que también será rápida, para después pasarnos a la que nos interesa.

Dicen que el que es mal administrador es mal administrador. Hay gente que no sabe guardar, cada uno es como es y es complicado cambiar. Pero el que vive al día siempre, además de que es consciente de lo que hace, no suele crearse demasiados problemas. Lo malo es el que no sabe hacer esto y lo ha intentado, naturalmente ha sucumbido, ya que no es su naturaleza. Yo personalmente no podría ni sabría. En años de bonanza, bonanza a costa de alicatar el mundo sin ton ni son, donde Marcial el frutero hacía un pau en la huerta de su "agüelo" para construir seis casitas adosadas, feas como demonios, con una calle estrecha con mala leche, y además a tomar por culo del mundo... en ese mundo señores todo funciona, porque esta lleno de Marciales con huerta heredada. Todos producen y venden bienes a destajo, ya sean ventanas, puertas o andamios homologados. Federico se compra dos casas y especula, a Paco que le hace falta una le suben el precio al doble y o traga o no traga, pero ya que le ofertan los muebles, el coche que no necesita y un viaje a Punta Cana en la misma hipoteca, traga. Con el dinerillo fácil, en el mundo que de repente todo el quisquie es albañil y hace chapuzas a precios de escandalo, cualquier cosa se vende aunque sea cara, el gobierno tiene superávit y demás parafernalia; pues resulta que no hacemos nada, sino endeudarnos cada vez más, otro coche, otro viaje, otra hipoteca. No se invierte en educción, se empiezan a perder valores, respeto, cultura. Eso de invertir en otra cosa que no sea ladrillo se hace impensable. Ni nuevas tecnologías ni viejas, ni se ganan derechos laborales, ni se disminuyen jornadas, ni se concilia vida familiar, ni se atraen nuevos inversores al país. Seguimos como siempre pero con más dinero y precios más altos por aquello de redondear los veinte duros a un euro. (cuando todo el mundo redondea, todos ganan lo mismo, es decir, todos ganan menos). En fin que no se aprovecha la bonanza para avanzar y crear el plan B, o sea el plan tras bonanza. Los políticos viven en los mundos de Oz  y el pueblo no lo demanda. Ahora que todo se fue a la mierda, retrocedemos, perdemos lo que teníamos a ritmo forzado, y como realmente no habíamos ganado nada cuando pudimos, no pasamos de muy bien a bien, sino de mal a peor.

Sólo tenemos una disculpa, y es la siguiente: de cualquier sistema el eslabón más débil es el que primero se rompe y  el primero que hay que proteger. Si bien el pueblo es tan culpable como los demás, es el eslabón más débil y es el que por una parte deposita su responsabilidad en los órganos de gobierno, y por otra su confianza en muchas otras instituciones, que teóricamente no solo están bien pagadas, sino que están precisamente para servir al pueblo, del que además forman parte. Recordando además que muchas de ellas privadas o públicas nos son impuestas, razón de más para que funcionaran mejor que bien.

Visto, repartidos dos tercios de la mierda, vamos a repartir lo que queda a los simpáticos pajaritos. No, no, no son gorrioncillos, ni jilgueros, ni palomos para hacer un excelente cocido,con abundantes garbanzos, son los alegres buitres. Alegres pajarillos que salen baratos, solo comen carroña y otros desechos. Bueno eso era antes, ahora que los pobres buitres ya no tienen donde comer en el campo por aquello de las vacas locas, y de que se retira rápidamente del campo toda la carroña. ¡Eeh!, no digan que nuestros gobernantes no pensaron en nosotros en su día. Estén seguros que acabaremos comiéndonos a los buitres al paso que vamos, y entonces agradeceremos estas acertadas medidas de asepsia. Pero no era por aquí por donde quería discurrir, me refería a los buitres modernos: los simpáticos banqueros, esos que te sonríen con una comisión del seis por ciento.
En esta vida señores, todos querríamos ser banqueros. Imaginen señores, vamos a la frutería de Marcial, que esta casi en la ruina ya que no vendió ni uno de los seis bodrios, digo cómodas casitas adosadas a precio de copa de puticlub y le decimos: buenos días Marcial. Y claro le cobramos tres euros en comisión de mantenimiento del buen rollo y el talante, luego nos vamos y no le compramos nada porque tiene toda la fruta picada. En fin, que yo quiero ser un simpático banquero, porque la vivienda ya hemos visto que si baja, pero la banca nunca pierde.
En fin me he extendido mucho con los preámbulos para llegar al meollo del post pero no se debe culpar a nadie sin aceptar primero uno su culpa.

El caso es que los simpáticos banqueros, estos que controlan casi todo, que son los que tienen la pasta de los demás para dejárnosla a nosotros a un módico interés, por ejemplo el ventitantos por ciento de visa para pagar al mes siguiente, tienen unos estudios (se supone), conocen los mercados, hasta el de Marcial, y se entiende que saben lo que están haciendo. Pues resulta que estos simpáticos señores se ponen a repartir prestamos, hipotecas, deuda y demás parafernalia a diestro y siniestro, le dan pasta incluso a Marcial para que lleve a cabo su proyecto de mierda, perdón, sus casitas adosadas en urbanización de Luxe. Confort y lujo al alcance de todos. Claro, ahora se fue todo a la mierda.
Si Marcial vende diez cajas de peras y a Marcial dentro de tres meses no se las pagan, tiene varias salidas: se queda sin cobrar, le parte las piernas al deudor y le meten detrás de una reja, le denuncia, sale el juicio tres años después y se queda sin cobrar también. El caso es que Marcial siempre pierde.
Ahora bien, si Marcial le pide dos millones de Euros al banco para hacer un proyecto ridículo en un lugar donde no se demanda y con un precio hinchado tres veces y el simpático banquero presa de la codicia, la usura  y otros ademanes, le da la pasta y luego el proyecto no se realiza: Marcial se queda sin nada, cosa muy lógica, pero el simpático banquero se queda con todo y además quiere tener ganancias.
Bueno, lo cierto es que no les estoy contando nada nuevo ni nada que no sepan, pero ya va siendo hora de que lo que todos sabemos lo vallamos dejando públicamente y por escrito, cada uno a su manera, y esta es la mía.

Lo grave del asunto no es que los simpáticos banqueros, le quiten a uno su casa, que incluso lo podría entender, ya que es responsabilidad de cada uno pagar lo que debe, pero la misma responsabilidad tiene quien presta. Aquí todo el mundo aguanta sus velas hasta que los palos se rompen, menos los simpáticos banqueros. Los señores políticos ya están de mierda y de descrédito hasta las cejas y mas allá. Solo falta que alguna vez se les exija de verdad su responsabilidad y den con sus huesos en la cárcel, que es donde deberían estar muchos. Las familias pierden sus sueños, sus casas, sus ahorros y su futuro. Los que aún tenemos algo perdemos derechos, perdemos sueldo y cada vez somos mas pobres. Pero los simpáticos banqueros nunca pierden. Mientras llevan las entidades que dirigen a la ruina por su "inmejorable" gestión, pagando jubilaciones, primas y emolumentos millonarios como premio a sus simpáticos dirigentes, a la vez que son rescatados de la miseria con dinero publico, que incluso pagan los que son desahuciados; estos simpáticos personajes que son parte necesaria de toda la mierda que nos envuelve, que pese a recibir ayudas millonarias no prestan ni a quien deben de prestar, ahogando empresas y administraciones, y por supuesto haciendo leña del árbol caído, de los débiles, que ellos ayudaron a crear. Toda esta panda de cobardes nunca pierde.

Cuando suben los intereses ellos cobran más, cuando bajan ponen un suelo y se quedan tan anchos. Si a Marcial no le pagan las peras se aguanta o se va bajo un puente, pero ellos siempre cobran. Y por supuesto si a usted le quitan su casa porque ni vendiendo su cuerpo puede ya pagarla,  y ahora su valor es la mitad de cuando la compro. No se preocupe, amparados en una ley de la primera década del siglo XX, que naturalmente y viendo en la época que se redacto no va a favorecer precisamente al necesitado, y que habiendo pasado un siglo, año arriba o abajo, y ya que tenemos en las casas hasta retrete y luz "eletrica" en la cocina. Pues digo yo que dicha ley no estará muy de actualidad precisamente. Pero el caso es que, habrá perdido el dinero que ya ha pagado todos estos años, más los intereses, más su casa, y cuando los simpáticos banqueros vendan la que fue su casa a la mitad de precio, aun le seguirá debiendo a estos simpáticos señores la diferencia. Como se ve los simpáticos banqueros no sólo no pierden dinero, sino que ni siquiera admiten la más mínima responsabilidad. En realidad este comportamiento ni siquiera es usura. Es un comportamiento propio de mafiosos y maleantes, sin ética, vergüenza ni moral. Por mucho que quieran lavar su conciencia con su obra social y demás atrezo promocional. Por supuesto esto no son calumnias, de hecho pueden ver cualquier película de mafiosos y verán como el andoba de turno presta pasta a cualquier pobre diablo al que luego explotara y matara lentamente al no poder pagarle.

En fin señores que negras pintan las cosas. Esperemos que algún simpático político empiece a retirar privilegios medievales a esta panda de impresentables... perdón, simpáticos banqueros, no quería faltar, antes de que ocurran mas desgracias irresolubles. Admitamos la parte de culpa que nos toca y por supuesto, como dije hace tropecientas lineas ejerzamos dos poderosos derechos que aún tenemos.
El primero es el derecho a votar si nos da la gana, y a quien nos de la gana. Recordemos el espejo  y esto guiará nuestros pasos. Por último, el más poderoso poder que aún conservamos y en el que rara vez reparamos. Que es el de gastarnos nuestras perras como y donde nos de la gana. Puede parecer una tontería, pero como taitantos millones de Menganos le quieran hacer la pascua a Zutano. Zutano tiene un futuro muy negro. Al final todo se reduce a ganar dinero, y si este no se gana se acabo el cuento.
Así pues, ejerzan los derechos que aún nos quedan que además de estos hay alguno más y cambiemos esto para mejor, porque al final seremos lo que queramos ser, y esto por supuesto incluye el ser nada.



sábado, 3 de noviembre de 2012

Un país de chorizos

Sip, eso es lo que dice este buen hombre. El que estaba escuchando hace un rato. Llega uno a casita, se arropa con la manta, ya que a 1,05 el gasóleo calefacción, por mucho que lo anuncie un simpático señor con inmaculado mono sin una mancha, como que no apetece ni comprarlo ni gastarlo. Y claro, se pone uno a escuchar simposios de economía y efectivamente se cabrea, como no podía ser de otra manera.  Tanto chorizo iluminado, de arriba y abajo, irresponsables, mangantes, cuñaísimos y cuñadetes que claro, así nos va.  En fin que la que se avecina es chica, bueno chica no, más bien gorda y lustrosa. Hombre, aparte de cabrear se no nos queda mucho margen de maniobra, bueno si, meter a tanto político cutre, inservible, mediocre y lo que queramos añadir más, detrás de una reja y luego barrer los cristales, vamos, lo mismo que hacen con nosotros si nos vamos de madre: A la puta cárcel. Y por supuesto saber lo que se viene encima,  que la mayoría no lo sabemos. Bien sea por que se lee la prensa que tiende a ser muy monocolor y excesivamente encasillada, se escucha la radio donde se dicen demasiadas tontunas, o se ve la tele que es una tontá en si misma que espero que se extinga contra más rápido mejor. Como los dinosaurios, de un día para otro. Bueno, que dejen saber y ganar en versión radiofónica, que el transistor hace mucha compañía.
Resumiendo, para los golfos les dejo un interesante vídeo de cinco minutos que no tiene desperdicio, y como se van a picar, les dejo una charla completa de treinta de la que no se desperdician ni los créditos. Les recomiendo que la vean y la mediten. Me había apuntado ciertos minutos con ítem claves, pero lo cierto es que no ha lugar ya que es interesante por igual.