lunes, 29 de abril de 2013

El Fin del Ferrocarril

Mientras el pasado verano una ola de abrasador calor arrasaba con 46Cº la estepa manchega, un servidor escogió la sierra de Bejar y alrededores para pasar unos días de asueto.  Parece mentira como en pocos kilómetros el clima cambie tanto, la ola de calor paso a ser un calor soportable y los inviernos... ¡ay los inviernos!.  El caso es que entre la judería de Hervas y su precioso casco histórico,  Baños de Montemayor, y los susodichos baños termales, que pude degustar a pleno confort, no pude dejar de sorprenderme al encontrar unos raíles abandonados en lo que otrora fuera una estación. La estación de Baños. Tampoco es que esto sea una gran sorpresa, ya que estaciones y vías férreas abandonadas hay en este país unas cuantas, incluyendo algunas que quedaron con estaciones construidas, túneles perforados y a falta de los raíles que nunca llegaron. Como puede ser la denominada ahora Vía Verde de la Jara. Vía que en su día uniría Guadalupe con Talavera de la Reina y que quedo a falta del hierro. Esto no solo es que en su día fuera un inmenso lastre al desarrollo de la comarca receptora que se quedo con los dientes largos y la orejas gachas, sino que demuestra que en este país lo del dispendio, el capricho y despilfarro ya viene de lejos.
Pero retrocediendo, que ya me he adelantado, el caso es que en mi ruta dominguera toparon mis pasos en Bejar, después de abandonar Baños de Montemayor. Hermosa población esta, entre valles y castaños, e importante, o al menos otrora lo fue. Parece que ya no lo es tanto, como demuestran sus fabricas textiles ya paradas o convertidas en museo, y sobre todo como demuestra su abandonada estación de ferrocarril.
Siempre me causa tristeza observar tantos restos férreos abandonados, sera porque mi propio pueblo pertenece a esa reconversión del transporte, que cosa curiosa no ocurre en otros lugares del mundo igual o más desarrollados.

Lo que antaño fuera motor de progreso y abundancia, regalo de los dioses que traía suministros, se llevaba producciones y facilitaba el movimiento de personas de forma que ningún pollino u otro bicho de tiro podría imaginar, hoy parece ser sumidero de billetes, caballo de hierro que hay que apuntillar hasta hacerlo desaparecer.

A poco que uno viaje por Europa no solo vera gentes en bicicleta, sino una tupida red de ferrocarriles que comunican de forma rápida y eficaz casi todo el continente. Tan eficaz que le vino de perlas a los nazis para hacer la guerra. Tanto es así que en este país disfrutamos de un ancho de vía ligeramente distinto, que el resto de Europa, lo que viene a ser maravilloso para evitar la segunda venida de Napoleón, pero fatídico para romper el aislamiento que imponen los Pirineos. Tanto es así, que mientras Bélgica disfruta de la mas tupida red ferroviaria de Europa nosotros hacemos lo  propio pero a base de autopistas de peaje redundantes y deficitarias, autovías innecesarias y caminos de cabras por donde no pasan los turistas. Ponga una autovía en su vida, siempre son mejores cuatro carriles que dos y ocho mejor que cuatro.

Sin entrar a menospreciar nuestra estupenda red radial.... perdonen, es que cada vez que uno piensa que hay que atravesar Madrid para ir a cualquier sitio le da la flojera intestinal. Ya saben, caprichitos de algún Rey de antaño, en aquellos tiempos en los que se consideraba a un Rey centro del universo, pues es lógico que todas las carreteras salieran del mismo sitio, de Madrid, por supuesto. Lo malo es que ningún avieso gobernante posterior se le haya ocurrido cambiar eso, pero en fin, ya saben que nuestros brillantes gobernantes no destacan precisamente por ser portentos de iluminación y sabiduría, tampoco es que nosotros destaquemos mucho riéndoles las gracias, pero volvamos al ferrocarril que me despisto...

Sin olvidar las desventajas del  ferrocarril, que “haberlas haylas”, como el echo de ser un medio encorsetado por un par de raíles, centrémonos en sus ventajas, como por ejemplo que los antiguos centros de producción ya estaban enervados por el ferrocarril, no así los modernos. Igualmente estaciones que estaban a algún kilómetro que otro del centro urbano pasan a estar ahora en la periferia, sin contar con que el moderno medio de trasporte conocido como utilitario palia en todo o en parte este problema.  Pero contra todo pronostico hemos apostado por el camión y el utilitario como medio primario para mover mercancías y personas. El mover grandes cargas por carretera implica un gasto enorme de energía y contaminación, absurdo en un país que no cuenta con reservas energéticas y tenemos por tanto que importarla. Un tren mueve de una vez mucha mas carga que varias docenas de camiones, esto es evidente, pero no lo es tanto que se emplee mucha menos potencia por kilo para mover la misma carga, sin entrar en que el medio de trasporte ferroviario es mucho mas seguro. También tiene la ventaja de que puede consumir cualquier tipo de energía, por ejemplo una linea electrificada podrá aprovechar la energía local, sol, viento, hidráulica, biomasa etc, transformada en electricidad, mientras que un camión funcionara obligatoriamente a petróleo importado. Esto también conlleva ventajas indirectas, como despejar las carreteras de trafico pesado, ya que los camiones pasarían principalmente a realizar la función de distribución secundaria, siendo por tanto mas ligeros y menos contaminantes. No se necesitarían tantas mega carreteras,  pudiendo invertir esa monstruosidad de dinero en cosas tan lógicas como mejoras en la red secundaria y en la creación de la red transversal, ahora practicante inexistente, aunque algo se haya mejorado. Recordemos algo que se nos pasa por alto muchas veces: por donde pasa una autovía o peor si es autopista, se crea una muralla insalvable para personas y cosas. Es decir destruye la natural integración del hombre con su medio ambiente local, restringiéndolo en gran medida. Naturalmente los que practican el “tumbing tv” no aprecian tanto este fenómeno... Una vía desdoblada tiene una capacidad parecida a la de una autovía, siendo mucho mas barata y mucho mas integradora. Naturalmente esto es el resultado en parte del abandono del ferrocarril; lo que no se transporta de una manera hay que hacerlo de otra.

Se apuesta últimamente por la alta velocidad, eso esta muy bien, aunque tiene poco sentido si se ganan solo unos pocos minutos se duplica el precio y se desmonta la antigua linea que era apta para trasporte de mercancías. Por ejemplo caso de la linea Madrid Toledo. Volvemos a lo del dispendio... Recordemos que la alta velocidad no es compatible con el trasporte de mercancías; bueno en realidad si lo es pero se reduce la seguridad.

Lo que es un echo es que se abandona el trasporte ferroviario sostenible en pos de un modelo totalmente ineficaz y poco sostenible, en lugar de complementar un medio de trasporte con otro, para beneficiarse de las ventajas de ambos. Cualquiera que utilice el tren fuera del trasporte de cercanías se dará rápidamente cuenta de la poca frecuencia, algunas veces irrisoria, precios mas que cuestionables y una serie de desventajas que parecen mas bien invitar a no usar este trasporte.

España es uno de los países punteros en tecnología ferroviaria, vendemos al mundo entero y somos reconocidos y premiados por ello. Es una lastima que no seamos capaces de aplicar aquí nuestra propia experiencia. Pero quien sabe, tiempos de crisis y penurias son también tiempos de cambio y reconversión, esperemos que vengan cambios para mejor.

Estación de Bejar