Desde 1977, el día dos de febrero, día del cumpleaños
de un servidor, se celebra el día mundial de los
humedales. Cuando hablamos de humedales no solo nos
referimos a lagos, también se incluyen reservas de agua
artificiales, marismas, tablas e incluso zonas marítimas con
profundidad inferior a 6 metros, amén de un largo
etcétera.
Si bien España es un país en gran parte seco, no dejan
de sorprendernos la gran variedad de accidentes
geográficos relacionados con el agua. Desde las marismas
de Doñana reducto de los últimos linces ibéricos, en la
tórrida Andalucía, pasando por los lagos glaciares de
Covadonga, en el húmedo norte, donde la belleza de sus
tierras y la pureza de sus aguas nos llenan de una honda
tranquilidad que nos hacen suponer como en estos lugares
se dieron cuenta tan bastas empresas como la
reconquista. Desplacemonos al lago Sanabria en la
provincia de Zamora a más de mil metros de altura,
impresionante y magnífico espectáculo que nos brinda
este paraje plagado de leyendas, el cual alberga el
mayor lago glaciar de España, en el cual Unamuno ya hizo
meditar a San Manuel Bueno Martir. Pasemos a los
pantanos, si en algún lugar los hay, es precisamente
aquí. Grandes, pequeños, simples azudes, inmensos y
espectaculares, imposibles de describirlos todos. Mucho
me dejo en el tintero, pero sorprende que un país en
parte tan seco, albergue tanta agua. Buena cuenta de
ello tienen los no muy imponentes en números pero si en
belleza y magnifencia macizos, sierras y cordilleras que
jalonan toda nuestra geografía. No proveen de ríos muy
caudalosos, pero sí de pequeños cauces por doquier.
Ahora alimentados por los efluentes de múltiples
depuradoras fecales, cuando las hay. Grandes ejemplos
tenemos, como el rió Jarama, alimentado por varios
millones de culos madrileños, que concede al Tajo su
característico hedor a su paso por Toledo. No me voy a
meter con el Júcar y el Segura, porque no acabaríamos
nunca de depurar tanta mierda, así que sigamos con las
aguas puras y prístinas que aún las hay y en abundancia.
Quedémonos con el rió Mundo y su espectacular nacimiento
y olvidémonos de su transformación en la cloaca del
Segura.
Si algo caracteriza entre otras cosas al territorio
español, son sus dos bastas mesetas. Divididas por el
Sistema Central, las dos mesas ocupan buena parte del
país. Caracterizadas por su planitud, sus llanos
interminables, sus fríos inviernos y sus calurosos
veranos. De repente afloran grandes cadenas de montañas
y pequeñas pero extensas sierras, plagadas de rebollos,
encinas y robledales, como los Montes de Toledo. Si
algo caracteriza entre otras cosas la submeseta sur es
la comarca de La Mancha. Ocupando gran parte de la
comunidad de Castilla La Mancha, y gran parte de las
provincias de Toledo, Ciudad Real, Albacete y Cuenca,
sus interminables llanos cubiertos de viñedo, cereal y
olivos, sus crudos inviernos y tórridos veranos con
precipitaciones escasas y abrutos cerros y sierras de
escasa altura que brotan de repente en medio del llano. La planitud de terreno da
origen a salobres
lagunas endorreicas, en las que sus
cubetas de escasa profundidad albergan imposibles
concentraciones de sal. No solo la planitud de los
terrenos hace que cualquier ligero desnivel se convierta
en laguna salobre en la que anidan gran variedad de aves
migratorias, y que en verano dejan una costra de sal, ya
explotada en la antigüedad y en el presente, bien para
hacer pólvora como en el caso de la laguna de Tembleque,
o bien para otros fines como la laguna grande de Quero.
Pero no solo de cientos de pequeñas lagunas salobres
esta salpicada la geografía manchega, también aguas
dulces y pantanos recorren sus tierras. Donde las
salobres aguas del Cigüela se unen a las del Riánsares
se forma el lago del Taray, refugio de aves y peces, mas
adelante el Cigüela serpentea entre lagos salobres para
formar la laguna Grande de Villafranca, famosa desde
tiempos por sus salobres aguas, y hediondos fangos en
los que nos bañamos bien sea para disfrutar de un dia de
"playa" manchega, o para hacer unas buenas curas a
nuestra piel, reúmas y achaques diversos, amén de poder
pescar algunos peces. Siguiendo el cauce del Cigüela y
unido este al Zancara hayamos un poco mas adelante un
espectáculo sorprendente. El ya Guadiana, subterráneo
hasta ahora, aflora por sus ojos, sus principales
afluentes, Cigüela y Zancara, el mismo y el gigantesco
acuífero subterráneo que llenan, aflora en las
Tablas de Daimiel. Inmensa turbera de aguas poco profundas que
aparece de repente en la estepa manchega. Refugio de
aves, peces y múltiples tipos de plantas acuáticas,
declarada reserva de la biosfera por la Unesco, zona
ZEPA y parque nacional, es uno de los máximos exponentes
de la Mancha Húmeda.
Remontando ahora el Guadiana que pasa a ser
subterráneo, llegamos a uno de los parajes mas
impresionantes y sobrecogedores de la Mancha Húmeda.
Pasado el pantano de Peñarroya, nos sorprende una serie
de hundimientos
kársticos inundados. Encajados entre
cerros, estos hundimientos causados por la lenta erosión
de agua sobre la piedra caliza, que crea cavernas y hace
que estas colapsen, creando depresiones que forman un
rosario de lagunas de aguas puras y cristalinas. De
nivel muy variable, grandes profundidades, abruptas,
rocosas, interconectadas con túneles, cascadas y
riachuelos, esta maravilla natural, parque natural y
reserva de la biosfera, conocida como las
Lagunas de Ruidera, que dan nacimiento al Guadiana, por las que ya
anduvo D. Quijote y su fiel Sancho, hasta la Cueva de
Montesinos; oscuro hoyo conectado con las lagunas, donde
habitan murciélagos, y D. Quijote paso una hora que
pareció tres días. Este magnifico paraje defendido por
el castillo de Peñarroya y las ruinas del castillo de
Rochafrida, es un magnifico e impresionante lugar rico
en fauna, incluso almejas de agua dulce, donde practicar
deportes acuáticos, submarinismo, senderismo,
simplemente pasear, pescar, acampar o disfrutar de un
baño y una paella medio regular a orillas de una laguna.
En fin, desde la pesca, a la sal, la pólvora de
Tembleque, las tencas que se pescaban hace siglos en la
laguna de Turleque antes de ser desecada, los lodos de Villafranca o la pureza
de Ruidera, lagunas artificiales ya consolidadas como el Masegar, ríos, tablas y
pantanos. Todo un rosario de humedales, ricos y
extraordinariamente variados que conforman lo que se
denomina La Mancha Húmeda, ya reconocida por la UNESCO en 1981 como reserva de la biosfera, por su importancia y singularidad. Antiguamente estos nidos de
paludismo, perdón, se me había olvidado comentar que aquí
disfrutábamos de estupendas fiebres palúdicas que hace
siglos asolaban las poblaciones lacustres (las de agua
dulce claro). Lugares como Villafranca o el Guadiana
eran considerados totalmente insalubres. Desecación de
pantanos, canalizaciones, fumigaciones etc hacen que
ahora estos lugares sean lugares estupendos para
cualquier cosa, aunque sea solo mirar...
Digo esto ya que últimamente está muy de moda asociar
el cambio climático con la primera venida del Anopheles
(mosquito) y su consabido paludismo (malaria). En
realidad el paludismo no nos es ajeno. Otra cosa es que
lo tengamos controlado y casi erradicado, aquí. Bueno
dejando de lado la política del miedo que algunos
majaderos practican con fruición, para mantener su
estatus, subvencionado y después de haber recorrido nuestra esplendida
y poco valorada Mancha Húmeda, y algún exponente de la
geografía española, pasemos a los temas de denuncia, ya
que lo bonito sin lo feo, lamentablemente no tiene
cabida ni lugar.
Sobreexplotación de los acuíferos,
eutrofización de las
aguas, vertidos incontrolados mala gestión etc.
El Guadiana llevaba muchos años sin aflorar por sus
ojos, las tablas de Daimiel que son el rebosamiento del
gigantesco y subterraneo
acuífero 23, estan normalmente bajo mínimos, necesitando constantes trasvases de socorro desde la cabecera del Tajo, llegando a
entrar la turba en autocombustión, por la falta de agua, generando incendios
subterráneos. Cubetas salobres que son receptáculo de
vertidos como las aguas residuales de algunos pueblos,
sin depurar en muchos casos. Y así, suma y sigue. Sin mencionar a la panda de zoquetes
que salen los fines de semana, de no se sabe donde, a
emponzoñar el campo de desechos y basuras, lo que trae
consigo el famoso método español de resolución: Cuando todo se
ha degradado por una causa o por otra, por ejemplo, por desidia, parsimonia, estupidez o dejadez, pasamos al punto
de "todo prohibido", algún día llegaremos al "prohibido
prohibir" pero mientras los necios pueblen la tierra...
Dejando de lado los pequeños problemas de las aguas
españolas, problemas que aún son solucionables, y me
consta que se intentan solucionar aunque sea por el
fatídico método del "todo prohibido", pasemos a otros
problemas más serios, ya que recordemos que es el día
mundial de los humedales.
Lagos y ríos son entornos que siempre me han fascinado,
especialmente los lagos. Siempre encuentro un halo de
misterio a su alrededor, y no conozco ninguno que no
encierre belleza.
Desde los misterios del inmenso
lago Maracaibo y el
relámpago del Catatumbo, la inmensidad del
Lago Victoria, madre del
Nilo Blanco, los gigantescos
Grandes Lagos, con sus sorprendentes
cataratas del Niágara,
donde podemos encontrar curiosidades como la primera
central hidroeléctrica de la mano de uno de los padres
de la electricidad como el servio Nikola Tesla, o el
Spanish Aerocar, uno de los teleféricos aún en
funcionamiento, del ingeniero español
Leonardo Torres Quevedo, hombre tan prosaico como para diseñar
teleféricos, dirigibles, calculadoras o controles
remotos. Podemos pasear aunque sea virtualmente por el
Lago Baikal, la mayor y mas pura reserva de agua del
planeta. A orillas del lago, Irkust, en la Siberia
Oriental, el fin de la ruta del heroico Miguel Strogoff,
de la mano de mi adorado Julio Verne y una de las
paradas del mítico Transiberiano. Lagos volcánicos que
he tenido la suerte de contemplar, inmensas calderas
llenas de agua y sulfurosas chimeneas, impresionante
belleza en lo alto de los volcanes, que sobrecoge con
solo mirarla, como es el caso de
Sete Cidades en las Açores, o fenómenos tan sobrecogedores como las
erupciones limnicas, capaces de aniquilar poblaciones
lacustres en cuestión de minutos sin dejar rastro de
fenómeno violento alguno.... podría seguir....
Si bien magníficos e imponentes son todos estos lagos,
rodeados de misterios curiosidades y números enormes.
Números tales, que en muchos casos no se llaman lagos,
sino mares interiores, grandes también han sido los
atentados cometidos contra ellos, atentados es la forma
suave de decir monstruosas atrocidades.
La desecación del
lago Chad que en 1960 tenia 26.000
km^2, siendo uno de los mayores lagos de África y apenas
ocupa 900 km^2 en 2006. De la mano de la falta de
precipitaciones por un lado, y la sobre explotación
humana, el lago que desaparece, casi ha desaparecido.
La cota más baja del planeta, ubicada en el
Mar Muerto,
lago que ostenta el récord de mayor salinidad permanente
del mundo, tan es así que se flota sin problemas en sus
aguas, y cuyo lecho está muy por debajo del nivel del
mar. Este lago endorreico alimentado por el rio Jordán,
también tiene serios problemas de desecamiento por causa
de la sobreexplotación. Al punto que el gobierno de
Israel, ha sugerido su conexión mediante canalización
con el Mediterráneo.
Pero sin duda el mayor atentado ecológico que yo
conozco, contra una masa de agua, es la desecación casi
completa del
Mar de Aral. Este lago endorreico situado
en la extinta URS, actualmente entre las ex repúblicas
soviéticas de Uzbekistán y Kazakistán y que en 1960
ocupaba 68.000 km^2, a pasado a la casi total
desecación. Un
dique artificial construido en 2007 ha
conseguido mantener un ridículo lago norte. El lago sur
ha sido abandonado a su suerte. De sus 1100 km^3 de
capacidad apenas quedaban 27 en 2007. Ciudades que otora
fueran costeras y dieron trabajo a más de 60.000
personas, distan ahora kilómetros y kilómetros del agua.
Inmensas llanuras de sal que causan graves enfermedades
respiratorias y un aumento brutal de ciertos tipos de
cáncer entre la población "costera", cultivos arrasados
por la sal, enormes buques varados en ahora tierra
firme, tormentas de arena y sal que llegan incluso al
ártico y provocan alteraciones climáticas y un
ecosistema prácticamente destruido y rodeado de
contaminación y productos tóxicos que la retirada de las
aguas a dejado al descubierto.
Para regar el desierto de Asia Central la antigua URS
desvió gran parte del agua de los grandes ríos que
nutrían el Aral, el Amu Daria y el Sir Daria. Se
construyó una basta red de canales de irrigación. La
construcción era, y es tan mala, que casi el 80% del
agua se pierde o se evapora. De los grandes ríos en 1960
se estima que se llegaron a extraer entre 20 y 70 km^3
de agua anuales para regar los campos de algodón y otros
cultivos. En 1960 el mar comenzó a menguar. Si bien se
están haciendo algunos intentos por salvar lo que se
pueda, esta aberración sin nombre que constituye la
desecación del Aral y que ha dejado en la miseria o en
la sepultura a miles de personas en el tiempo que
algunos empezamos y acabamos la educación básica, es un
cataclismo ecológico y económico que deberíamos conocer,
para evitar que se repitiera en ningún lugar del mundo.
Pero no olvidemos que hoy no solo es día de denuncia,
sino también de celebración. Afortunadamente nuestro
mundo es tan vasto y tan rico que aún no hemos logrado
cargárnoslo. Avancemos hacia adelante, preservando lo
que tenemos, y recuperando poco a poco lo que se ha ido
perdiendo. Es evidente que el progreso implica cambios y
alteraciones en cualquier sistema, pero una alteración,
no tiene ni debe implicar una destrucción. Un progreso
sostenible y responsable, es no solo posible, sino
necesario.
Feliz Día Mundial de los Humedales.
Referencias:
La Mancha Húmeda - Instituto provincial de investigaciones y estudios toledanos. (C.S.I.C. Diputación de Toledo) ISBN: 84-87103-91-X
El lago que desaparece - Marisancho Menjón
Enlaces:
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Tablas de Daimiel |
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Lagunas de Ruidera (Paraje Plaza de Toros) |
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Rio Catatumbo en su desembocadura en el lago Maracaibo |
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Spanish Aerocar sobre el rio Niágara |
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Lago Victoria |
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Sete Cidades - Lago Verde y Lago Azul |
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Evolución Lago Chad |
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Lago Baikal |
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Evolución Mar de Aral 1989 2008 |
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Barco abandonado en el lecho del Mar de Aral |
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Evolución Mar de Aral |