El caso es que me da que el resto del mundo sigue vivo y coleando, o al menos anoche me estuve aplicando unas generosas libaciones, vía oral, con algunos alegres representantes del universo de los vivos.
En estos tiempos de crisis en los que el consumismo desbocado ya no mueve economías abocadas al abismo, había que revitalizar de alguna manera la cuenta de los ingresos. La todopoderosa tontuna que nos impregna con tanta facilidad ha obrado el milagro. El comercio de garbanzos y otras legumbres cantarinas no perecederas, hormigón para búnkers, cómodos kit para organizar su supervivencia en un mundo que no existe, los manuales de los Jóvenes Castores ahora otra vez de moda y otras polladas incluyendo el cuchillo de Rambo y la colección completa de McGiver han logrado alzar mínimamente la cuenta de ingresos de algunos negocios.
En fin, se me ocurren varias posibilidades en lo que a explicar el porque del fin del mundo no ha sido tal, como que los señores Mayas no sabían sumar o quizá que se olvidaron señalar si la hora del fin del mundo era hora local de la Tierra o quizá de otro sistema estelar. Valla usté a saber. Lo mismo Nibiru nos arrasa esta noche vieja mientras nos atragantamos con una uva o se nos cae una teja en la cabeza al salir a la calle. El caso es que los agoreros ya buscaran otra fecha chachi para que el mundo acabe, los que esperan cascar pronto por algún cataclismo divino ya buscaran nuevos agoreros a los que seguir, y mientras tanto que den gracias por haberse librado de incontables meses de comer garbanzos rancios para morir al final presas de sus propios gases, liberados de forma constante vía rectal en sus herméticos búnkers.
El caso señores es que les propongo el 13 de julio del 2013 como día del fin del mundo. ¿Por qué?. Coño, porque según mis cuentas el 2013 es un numero feo, acaba en 13 que es un numero de mala suerte y además es impar, y me cabrean bastante los números impares. Además el día 13, numero agorero e impar del mes 7 también numero feo e impar y que además no es múltiplo de 3 y me gustan los múltiplos de 3 como el 6. Ese día seguro, que como decían los galos, el cielo se nos cae sobre nuestras cabezas. Además les voy a dar un argumento irrefutable. Yo no se en sus tierras, pero aquí en La Mancha el 13 de Julio hace un calor tal, que los huevos se te pueden descolgar hasta las ingles para que les de un poco el aire. En fin, que si el trece de julio del dos mil trece no se acaba el mundo, les aseguro a los que paremos por La Mancha, que nos va apetecer que se abran las puertas del infierno para poder bajar a refrescarnos un rato.
Me van a permitir que me ponga pragmático para concluir y no enrollarme. Sentencio: Más nos valdría dejar de perder el tiempo con estas estúpidas e infundadas tontunas que se repiten año tras año igual que día tras día los grajos se esfuerzan en fastidiarme el jardín y centrar todo este tiempo y energía en lograr conclusiones productivas, como el madrugar menos y vivir más y mejor. Seguro que nos iría de puta madre si dejáramos de hacer el primo y razonáramos, na más que un poquito.
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