domingo, 26 de agosto de 2012

El fín de la bombilla

A partir del 1 de septiembre dejara de fabricarse la tradicional bombilla de incandescencia inventada en 1878 por el ingles Josep Wilson Swan, también por el estadounidense J.W.Starr en 1845, que obtuvo la patente sobre una lampara de incandescencia, el mecánico alemán Heinrich Goebel en 1854 que construyo la primera bombilla operativa y por ultimo Thomas Alva Edison que en octubre de 1879 logra hacer funcionar su bombilla de filamento de algodón carbonizado. Como vemos la bombilla no la invento Edison, que ni siquiera fue el primero, aunque se le deba a el su éxito comercial. Por esa fecha también Siemens patenta otras lamparas de arco, (crónica de la técnica, ISBN 84-01-60791-4 Plaza y Janés 1989) y en época posterior, Tesla desarrolla tubos fluorescentes y otras lamparas de arco. En la famosa novela de Julio Verne: Viaje al centro de la tierra, ya se habla de un tipo de lampara fluorescente primigenia, la bobina de Ruhmkorff, que los intrépidos viajeros utilizan para adentrarse por los ombligos del mundo.  Pues bien parece que la bombilla de Edison, que fue la que se llevo la fama toca al fin de sus días. Acusada de ineficiente, que lo es, una vez mas de la mano de los salvavidas y las prohibiciones, se va a eliminar del mundo, bueno, concreto: De la Unión Europea. También existen salvavidas en Australia y en otros lugares del globo, que irán creciendo a medida que se logre civilizar todo el planeta.
Bueno, como se estarán suponiendo, aparte de mi animadversión patológica hacia Edison, los salvapatrias y otros capullos, lo de eliminar la bombilla es una tontá. Que es de lo que va este blog, de tontos, tontunas y tontás. Pero vamos a ver por que. Que hablar por hablar es fácil.
Veamos, si bien el gasto energético en iluminación no es un gasto despreciable, como bien demuestra que nos cambien la hora dos veces al año, y como bien sabemos, esto es una totá más. A lo que iba, el principal gasto energético de cualquier hogar es la climatización, bien sea frió o calor. Le siguen otros gastos, como cocinas, hornos, agua caliente sanitaria y en ultima instancia y con un porcentaje bastante escueto del 10% como máximo, si, han adivinado: La iluminación. Por eso los que se han pasado a las siempre famosas y bien consideradas bombillas de bajo consumo, habrán visto que su factura lejos de bajar se ha mantenido mas o menos igual. Bueno a tenor de los últimos acontecimientos, habrá subido bastante. Eso no es culpa de las bombillas, es culpa de nuestros gobiernos, que desgobiernan, implacable y pacientemente, y de las póbrecitas eléctricas, que como nos regalan la luz y no reparten beneficios nunca (si no se me nota el sarcasmo, lo hago patente aquí) nos suben la factura haber si ganan algo.
Abandonando la cueva de Ali Ba Ba, ya hemos visto por que a grandes rasgos las bombillas tradicionales no son un gran problema para el mundo, pero vamos a ahondar más, que esto es muy poquito. Una bombilla tradicional, de esas que normalmente decimos de rosca gorda o fina, E27 o E14, (esto significa rosca Edison 27) y otras bombillas similares, se componen de una gota de estaño, un casquillo finísimo de latón, un poco de pegamento, vidrio, un finísimo filamento metálico de tungsteno y un poco de gas inerte en el interior, como argón. Todo simple, fácil de reciclar poco contaminante y razonáblemente respetuoso con el medio ambiente. Las bombillas incandescentes son muy baratas, de encendido inmediato, de luz agradable, total y fácilmente regulables y sobre todo fácilmente reciclables. El único inconveniente es que su rendimiento es muy bajo, produciendo calor básicamente. Por eso podrán seguir comercializándose como estufas, que emiten luz como subproducto.... perdonen la pausa pero es que la risa atenazo mis dedos.



¿Entonces que habría que hacer?, ¿dejarlas o quitarlas?, como se va a hacer.  Pues simplemente dejarlas, ya que los productos a medida que dejan de cumplir el fin para el que fueron creados y son sustituidos por otros mas modernos dejan de utilizarse y fabricarse. Es decir, dejar que se extingan. Cosa que ocurriría en unos pocos años. Me explico. Hoy en día en general, todo el mundo usa bolígrafos para escribir, nadie usa plumas de golondrina, tinta y papel secante, pero el que quiera hacerlo es libre de ello. No esta prohibido.



Ya dijimos hace un tiempo que el tanto por ciento de poco es poco. El ahorro por hogar en iluminación es en general despreciable, aunque en su conjunto es elevado. Si bien no deja de ser una gota en el mar. O sea nada. Los grandes consumidores ya utilizan bajo consumo. Alumbrado publico, centros de trabajo, factorías, etc. Esa estupenda luz amarilla que jamas debió existir, fruto del vapor de sodio a alta o baja presión, y que hace que no apetezca salir a la calle cuando cae la noche, igual que los vampiros huyen del sol, amen de confundir que da gusto los colores por tener un indice de reproducción cromática mas que cuestionable. El fantástico blanco del vapor de mercurio de fluorescentes normales o compactos,  o la fantástica iluminación que se va imponiendo últimanente de halogenuros metálicos. Y por ultimo los siempre geniales LED chinos, que pese a que en mi vida de técnico jamas vi fundirse uno, desde que los fabrican los chinos duran un suspiro.



El caso y ya intento no divagar más, es que se nos ha vendido el bulo de la iluminación de bajo consumo y presas de publicidad, y aburrimiento, hemos caído en sus garras. He de suponer que lo que se va a eliminar de la circulación son las bombillas simples tradicionales, no las halógenas, que si bien son mas complicadas de reciclar por su capsula de cuarzo en lugar de vidrio, son bastante sanas, duran entre dos y cuatro veces mas y últimamente han mejorado notablemente su rendimiento, de echo, una antigua capsula de 20 vatios de Philips que tengo en la mano declara 3000h de duración. Otra bombilla halógena que tengo en la mano también de Philips montada sobre una rosca E27 y de 30w de potencia, tiene un rendimiento de 60w y 3000 h de duración. Es bastante decorativa y de clase energética B. Se vendieron hasta hace muy poco a 10 euros en grandes superficies pero ya no se encuentran. Se calientan tan poco que se pueden tocar con la mano cuando están funcionando.  El modelo era GD F8 Eco Classic. Ahora están de moda otras de precio inferior, que rinden respecto a la bombilla estándar un 30% mas, en lugar de un 50%. La bombilla halógena tradicional, rinde un 15% mas que una incandescente estándar. Supongo que estas avanzadas bombillas halógenas salieron al mercado fuera de su tiempo (antes de tiempo) por eso han sido retiradas.

Otra iluminación tradicional en los hogares, relegada básicamente a los garajes y cocinas es la fluorescente. Hasta hace poco era la iluminación sencilla mas eficiente que ademas a experimentado grandes mejoras, de la mano de tubos más eficientes y equipos de encendido electrónicos. Y en ultima instancia por la llamada bombilla de bajo consumo, que no es mas que un tubo fluorescente compacto con arrancador electrónico.  Los arrancadores electrónicos tienen la ventaja de encender la lampara instantáneamente, duplicar o triplicar su vida y aumentar su flujo luminoso. Si bien en un tubo fluorescente el equipo es bastante caro y grande, funciona de forma optima y dura una eternidad, en las bombillas, el equipo esta integrado en el casquillo, es notablemente peor  y se cambia con la bombilla, desperdiciando valiosos recursos, ya que los componentes electrónicos modernos recurren en gran medida a tierras raras y metales y polímeros extraños. Si por apoyar la industria nacional del mercurio fuera, diría: ¡viva el bajo consumo!, pero como las minas de Almadén y Arrayanes ya están cerradas básicamente por la demonización del mercurio, pues no voy a decir ¡viva!. Si amiguitos, cada lampara de bajo consumo contiene entre uno y cinco o mas miligramos de mercurio, dependiendo de su antigüedad. Efectivamente, para que estas lamparas funcionen se necesita crear un arco eléctrico a través de mercurio gaseoso, que es puesto en ese estado mediante unos filamentos de tungsteno. Creado el arco se emite radiación ultravioleta de tipo C, cancerígena e invisible, que es transformada en luz visible por el recubrimiento de compuestos de fósforo del interior del tubo. Si bien el mercurio no me preocupa mucho.... por cierto, si no han visitado las minas de Almadén, les recomiendo hacerlo, se cura uno de gran cantidad de tontunas, y es una visita de lo mas gratificante.

Como les decía el mercurio no me preocupa mucho, si fuera tan malo, las pilas que se tiraron a la basura durante un solo año de la década de los 70 a 80 ya habrían bastado para llevarnos al hoyo al año siguiente. Antes de que alguien se rasgue las vestiduras les diré por que. Miren, el consumo mundial de mercurio del año 1972 fue de 260.000 frascos (34,5kg por frasco) es decir 8.970 Toneladas, en 1976 el consumo mundial fue de 180.000 frascos (6.210 Tm)  (Fuente Mañana Almadén D.Legal 40.807-1984). Según la Gaceta ecologica nº072 de 2004 de la universidad automoma de Mexico ISSN 1405-2849 (Ed impresa), la emisión anual natural de mercurio, por parte de los volcanes es de 25.000 a 125.000 toneladas....     ....    ..... disculpen, ya regrese, es que tuve que ir a revolcarme de la risa. Siguiendo por el mismo camino, en esta misma gaceta se estima el consumo mundial del año 1973 en 10.000 toneladas y el maximo mundial en 1991 con 10.488 toneladas. España, principal productor mundial, producia antes del cierre de sus minas, 1.600 toneladas anuales. En fin, que cada año, se emite de forma natural, entre el doble largo y 25 veces mas que lo que produce el hombre, teniendo ademas en cuenta, que lo que produce el hombre, no se libera al ambiente en su totalidad, sino que se recicla constantemente. ¿Se les ha quedado cara de imbéciles?, no se preocupen, les entiendo, a mi en su momento también se me quedó. Una nueva tomadura de pelo mas para el común de los mortales, pero... que bonito queda decir que estamos envenenando al oso polar, las gambas y atún y vamos a impedirlo... bueno, mejor dicho, algún salvapatrias, comisión de capullos, o gabinete de listos pagados por todos, lo impedirá.
En realidad el mercurio metálico es muy toxico por inhalación. Si uno se lo bebe, lo cagara, con perdón, al día siguiente, y lo que es realmente toxico, y un reconocido carcinógeno es el metilmercurio o mercurio orgánico, resultante de la transformación del mercurio metálico principalmente en el medio acuático, y sobre lo que no tenemos control. Si reducimos nuestras emisiones, obviamente se reducirá esto ultimo, pero recordando que la mayor parte no es de origen antropogénico, aunque se nos venda lo contrario, por tanto no se reducirá tanto como nos gustaría el mercurio presente en el ambiente, si se reducirá notablemente en las proximidades de grandes centros contaminantes. Otro día hablaremos del cambio climático, que también nos vamos a reír otro rato, tanto o más que con el mercurio.
Resumiendo, que no es cuestión de ir esparciendo mercurio alegremente por ahí, pero en lo que a mi respecta, no me preocupa excesivamente. Lo que si me preocupa es el timo de la potencia de las lamparas de bajo consumo. Si he dicho timo, otro más. Tengo en mi mano una lampara de bajo consumo convencional, marca Livarno que declara una potencia de 11w y un consumo de 96 miliamperios, es decir Potencia = V tensión x Intensidad = 220v de la red eléctrica x 0.096 Amperios=21.12 vatios. El doble de lo declarado. ¿Qué pasa aquí? Bueno, pasa que lo que la compañía eléctrica tiene que suministrar son 21.12w y que el petroleo que habrá que quemar es el necesario para generar esa potencia. De esos 21.12w, resulta que solo 11w producen trabajo, por eso la lampara declara 11. Los otros 10,12 son los que se conocen como potencia reactiva. Es una potencia que nuestro contador no registra, y que efectivamente no pagamos, pero que se consume y hay que generar, por tanto el medio ambiente si lo paga. No vamos a entrar en detalles de por que ocurre esto, solo diremos que es debido a que la lampara presenta una carga inductiva y se producen desfases entre la tensión y la corriente. Esto es inherente a cualquier lampara de descarga, pero en el caso de un tubo fluorescente normal se compensa en el equipo eléctrico o electrónico, por lo que la potencia real que se consume corresponde con la que indica el tubo. En las lamparas de bajo consumo, con su equipo electrónico cutre no se compensa la reactiva. ¿Se les ha vuelto a quedar cara de tontos? bueno hagan la prueba, todas las lamparas de bajo consumo tienen indicado su consumo en miliamperios en el casquillo, también suelen tener indicada la temperatura de color, que nos informa si la luz sera cálida o fría. Sobre los 2700K es cálida, sobre los 6000k es fría. En las lamparas de Philips, Osram y alguna más suele figurar un código como este: 820. Esto quiere decir que tiene un indice de reproducción cromática de 80 y una temperatura de color cálida sobre los 2.700 grados Kelvin. En algunas lamparas como una de led que compre recientemente se indica el coseno de Fi, esto es la relación entre la potencia aparente y la potencia reactiva, o factor de potencia, en mi caso era de 0,3 es decir que de los 3w que declaraba la lampara como potencia útil, se estaban consumiendo 3/0,3=10va (técnicamente se denomina voltio-amperio VA en lugar de vatios, ya que la reactiva no produce trabajo, en caso de la reactiva var o voltioamperio reactivo) es decir una potencia reactiva de 7var. Todo un logro prehistórico. Los grandes consumidores, están obligados a tener equipos de compensación reactiva, que no son mas que baterías de condensadores, además tienen contadores independientes para medir la reactiva, pero los consumidores domésticos no. No se preocupen,  cuando nos cambien los contadores actuales por los electrónicos, pagaremos la reactiva.


Como vemos la prohibición de la bombilla tradicional no deja de ser mas que tinta de calamar. El calamar suelta la tinta y huye. Podría parecer que me opongo al bajo consumo, pero no es así, a lo que me opongo es a que sea vendido como una panacea, cuando no lo es, y lleva utilizándose desde hace décadas donde realmente es necesario. Se puede extender su uso al hogar en situaciones de uso intensivo y pocos encendidos. Pero para la mayoría de casos su uso es desaconsejable, su duración de vida se reduce drásticamente y se contamina y desperdician recursos innecesáriamente. También es de hipócritas obligar a utilizar bombillas halógenas, bastante caras, cuando muchas veces es suficiente una simple y humilde bombilla convencional. Es decir, para iluminar la leñera, no hace falta gastarse cuatro euros, en una bombilla halógena, ni poner una de bajo consumo aun más cara, y que comenzará a dar luz, cuando ya nos hayamos ido.



Así pues permítanme rendirle homenaje a una simple bombilla y espero haberles hecho reflexionar, aunque solo sea un poquito.

2 comentarios:

  1. Muy bueno el articulo, aunque el tema de energía reactiva que contamina es relativo; hay que "producirla y transportarla" que eso si que cuesta, no como energía en sí. Y en lo de que no la pagamos los consumidores de a pie, tiempo al tiempo que a buen seguro nos jo.... pero bien.

    Saludos

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  2. Eso es lo que dije creo. De momento no nos cobran por potencia reactiva, aunque los nuevos contadores electrónicos ya la registran, a la par que demasiados datos estadísticos más, que no deberían estar en manos de ninguna empresa sin nuestro permiso. Por otra parte me parecería fantástico que nos cobraran por ello, ya que es un gasto más que realizamos y ademas sería infinitamente más justo que otros tipos de impuestos, normativas, ruegos y prebendas que estamos obligados a soportar y que en su mayor parte son totalmente injustos. Aunque bueno, hablar aquí de como nos despluman las compañías eléctricas con el yugo y el beneplácito del gobierno, seria para realizar otro extenso articulo, y América ya esta descubierta...
    A lo que si animo es a que comenten ustedes más, ya que debo tener unos cuantos fallos, que al estar expuestos meramente a mi ojo clínico, es fácil que se me pasen una y otra vez...

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